Davinia Romero Mendoza
Aun así, no me paré.
Durante más de 15 años, trabajé incansablemente.
Fundé mi propio centro de peluquería y estética.
Me especialicé en masaje deportivo y tratamientos de la columna vertebral. Contruyendo un negocio sólido.
Sin embargo, la llegada de mi primera hermosa hija supuso un cambio profundo en mi vida.
Aunque mi felicidad por ser madre era inmensa, el intento de equilibrar mi negocio, el cuidado de mi bebé, mi hogar y mis estudios...
Generó un estrés terrible en mi,
abandonándome física y mentalmente.
Tres meses después del nacimiento de mi bella hija, comencé a experimentar síntomas que desencadenaron en una enfermedad autoinmune.
Perdí un gran % de visión de mi ojo izquierdo "supuestamente irrecuperable".
Trás el tratamiento de aquel diagnóstico y los síntomas de aquella enfermedad cerré mi negocio y me sumergí en una depresión.
Tire mi autoestima por la borda.
Me converti en una persona que me odiaba
por dentro y por fuera de mi ser.
Llegó a mi familia una enfermedad la cual se llevo a mi madre con tan solo 57 años.
Después de aquel golpe devastador tuve un punto de quiebre en mi vida.
Es casi imposible enumerar todos los libros que he leído, estudiado y practicado.
A los eventos de crecimiento personal a los que he asistido.
Todas las formaciones que he realizado y que aún sigo aprendiendo.
He invertido una gran cantidad de dinero en mi formación para poder ayudar a TRANSFORMAR familias ayudándome con la técnica de Feng Shui a armonizar conscientemente los espacios que habitamos con el fin de lograr una influencia positiva sobre las personas que habitan esos hogares
Tal cual lo hice yo con mi vida
y cambio todo para siempre.
Me apasiona ayudar a otras familias y a empresas a construir su "TEMPLO SAGRADO" atrayendo a él todo lo que sueñan.
Como hice yo un tiempo atrás.
¡PORQUE CUANDO CAMBIAS TU EXTERIOR,
TU INTERIOR SE TRANSFORMA!
Si TU también crees que tu exterior es un caos,
quieres cambiar lo que ves porque te provoca
emociones devastadoras
pero no sabes cómo,
te espero.
Únete a mi tribu.
P.D: Recupere casi toda la visión de mi ojo.
(el médico aún me pregunta como)
Un abrazo apretaito.
Davinia.
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